domingo, 11 de diciembre de 2011

Mentiras que hacen atractiva la cesárea

Mentira #1: "El bebé no sufre en la cesárea"
Los bebés nacidos por cesárea tienen la puntuación APGAR mas baja que los nacidos por parto vaginal. El paso del bebé por la vagina durante el parto y el efecto de las hormonas que circulan en el torrente sanguíneo de la madre, contribuyen a preparar sus pulmones para la primera respiración; el abrazo apretado que recibe el bebé mientras desciende hacia la salida, ayuda a limpiar sus vías respiratorias superiores y las libera de moco y líquido amniótico, lo que facilita la primera inhalación de aire y que se expandan sus pulmones por primera vez de manera apropiada. No requieren la rutina de limpiarlos con una sonda y en algunos casos, una perilla de hule es suficiente.
Los bebés nacidos por cesárea que no reciben este abrazo y no realizan el esfuerzo de nacer, necesitan succión de las mucosidades con la sonda, la mayoría reciben una puntuación mas baja del APGAR pues necesitan ayuda para respirar; en los casos más severos requieren de oxígeno externo y reanimación ya que muchos nacen deprimidos por el efecto de la anestesia.


Mentira #2: "Los genitales de la mujer quedan mas grandes y no se recuperan"

Los genitales femeninos están diseñados para parir varias veces y volver a su forma original. Lo que daña los tejidos de los genitales, más que el parto en sí, es la posición acostada boca arriba que obligan a adoptar a la mayoría de las mujeres, aún cuando sabemos de sobra que:
- es una posición que se opone a la fueza de la gravedad, con lo que el esfuerzo para los genitales de la madre es mucho mayor,
- achica los diámetros de los huesos de la pelvis porque inmoviliza el sacro y el coxix contra una superficie dura, con lo que la movilidad natural de estos huesos queda cancelada,
- y dificulta el descenso del bebé por el canal del parto, con lo cual las mujeres se tienen que esforzar mucho mas y durante mas tiempo para sacar al bebé.


Mentira #3: "La cesárea no duele"

La cesárea no duele durante la cirugía, excepto en los casos en que la mujer es resistente a la anestesia. Hasta un 15% de mujeres tienen cierta resistencia a la anestesia, de manera que sí sienten dolor durante la operación y tienen que aguantarse pues usar anestesia en exceso pone su vida en peligro.
La cesárea es una cirugía mayor que requiere hospitalización, anestesia y conlleva una serie de riesgos, el riesgo de muerte para la madre es el doble que en un parto vaginal. Una vez que pasa el efecto de la anestesia, la cesárea duele y mucho, la mujer no se puede mover sin ayuda, la herida le impide acomodarse en la cama y dificulta el cuidado del bebé y dar el pecho con comodidad.
Durante el parto vaginal, el cerebro de la madre produce hormonas para tener contracciones y hormonas que aumentan la tolerancia del cuerpo al dolor conforme avanza el trabajo de parto y las contracciones son mas fuertes. El dolor del parto es temporal, dura lo que dura la contracción y hasta ahora no ha matado a nadie. Y lo mejor de todo, una vez que nace el bebé, el dolor desaparece y la molestia que queda es tan leve que no impide hacer vida normal, moverte sin ayuda y ocuparte de tu bebé. El dolor del parto te hace mas fuerte, te sube la autoestima y te deja una enorme satisfacción personal y un buen sabor de boca.


Mentira #4: "Cobro lo mismo por parto que por cesárea"


La primera vez que escuché a una mujer justificar la confianza total que le tenía a su doctor por el hecho de cobrar los mismos honorarios en caso de parto y de cesárea, percibí el riesgo de este argumento; la experiencia me ha confirmado que la mayoría de los médicos que lo manejan acaban realizando cesáreas con las excusas mas pobres. Cobrar lo mismo no es garantía de ética profesional. 
Después de haber pasado cientos de horas, en muchos trabajos de parto, puedo asegurar que no es lo mismo cobrar por una hora de trabajo, que es lo que tardan en hacer una cesárea, en horario de 8 am a 5 pm y de lunes a viernes, que manejar 15-20 horas de trabajo de parto, muchas veces de noche y en algunos casos en fin de semana o días de fiesta. Por cierto, la mujer de esta historia, acabó en cesárea