Dar a Luz en Conciencia

Es el blog de una partera profesional experimentada que propone recuperar la sabiduría, los consejos y los cuidados que servían a las mujeres para parir de manera vaginal, antes de que la cesárea se convirtiera en una opción al uso. Dar a Luz te propone hacer caso a tu sentido común, aceptar el acto de parir como un suceso especial en la vida femenina, respetar la fisiología de tu cuerpo y recibir a tu bebé con suavidad. Informes: daraluzenconciencia@hotmail.com 777 2110457

martes, 5 de febrero de 2013

Temas en Dar a Luz

Dar a Luz te puede ayudar:

-si quieres parir vía vaginal pero tienes miedo al dolor
-si tuviste un parto anterior difícil que te dejó un mal recuerdo
-si tuviste una cesárea y ahora quieres intentar un parto
-si tu marido no sabe como ayudar
-si tu madre tuvo partos complicados

Trabajar las creencias sobre el parto, elaborar el miedo al dolor, conocer como nutrir a tu bebé durante el embarazo, aclarar dudas y preocupaciones, son los elementos que mas ayudan a las embarazadas a conectar con su propia sabiduría y vivir su embarazo y parto con plenitud.

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El parto es nuestro

Nosotras parimos, nosotras decidimos. Así debería ser.

Dueñas del poder de concebir, cada vez más mujeres exigen el derecho a parir como quieran, más allá de la asistencia uniforme, impersonal y medicalizada de los hospitales.
Lo que nadie nos cuenta es la intensidad de la alegría o el dolor que te deja el parir. La huella profunda e intensa que la emoción le imprime a tu ser mujer y madre.
El sistema médico deshumanizado de hoy, no tiene tiempo de sostener nuestra mano y cuidar nuestro cuerpo emocional cuando parimos… ¿Qué quieres tú? ¿Cómo quieres vivir tu experiencia?

En la línea del tiempo los partos fueron la mayor parte del tiempo un evento netamente femenino, donde los hombres intervenían lo justo y pisaban de puntillas. Para tener una experiencia buena, que deje una huella positiva, necesitamos más partos, menos cesáreas y exigir al sistema médico, sobretodo a los obstetras, como queremos recibir a nuestros hijos.

La revolución hormonal

Por Marian Tudela, Publicado en BBMundo, nov. 2008

El parto es un evento totalmente natural para el cual el cuerpo de la mujer está preparado. De hecho, las mujeres que han tenido un embarazo sin complicaciones tienen 90% de posibilidades de tener un parto vaginal.
¿Pero qué lo desencadena?
Lo que sabemos hasta ahora es que muy probablemente sea el bebé quien establezca el comienzo del trabajo de parto, ya que cuando su glándula suprarrenal ha madurado, secreta cortisol, una hormona que envía la señal a la placenta de que el embarazo llegó a su fin.
También se cree que hacia el final de la gestación (entre las semanas 38 y 42) el bebé percibe que las condiciones de nutrición y oxigenación ya no son las mejores, pues la placenta comienza a calcificarse, disminuye el aporte de oxigeno y nutrientes y el liquido amniótico también disminuye.
Por otra parte, para las 38 semanas de gestación, aproximadamente el 97% de los bebés se colocan en posición cefálica, es decir, con su cabeza hacia abajo, la ideal para el nacimiento. Esto se debe a que su cabeza en más pesada que el resto de su cuerpo, por lo que tiende a irse hacia abajo. Una vez que comiencen las contracciones, la cabeza del bebé ejercerá una presión sobre el cuello del útero, estimulando la dilatación.
Antes del parto
El cuerpo de la mujer aumenta el suministro de sangre en preparación para el parto, es por eso que se percibe hinchazón en manos y pies al final del embarazo. A nivel hormonal se producen cambios químicos en la placenta:
La progesterona - responsable de que el útero no se haya contraído excesivamente durante la gestación- deja de producirse.
Se acciona la producción de estrógenos y prostaglandinas en el útero, que estimulan los receptores de la musculatura uterina, para que éste comience a contraerse.
Primera fase
Lo primero que ocurre es la maduración del cuello de la matriz, que hace que éste se ablande, acorte y comience a dilatarse. Se cree que esto sucede entre 6 a 8 semanas y 12 horas antes del parto. La mayoría de las mujeres sienten que la panza se les pone dura en las últimas semanas de embarazo, señal de que el cuerpo empieza a prepararse.
Además:
La hipófisis, una glándula del cerebro, produce oxitocina (la cual pasa rápidamente al sistema circulatorio), se libera en pulsos y marca la regularidad de las contracciones del útero. La oxitocina también es conocida como “hormona del amor”, pues está presente en el orgasmo, el parto y la lactancia y es la encargada del comportamiento “maternal”.
La glándula suprarrenal produce endorfinas, que ayudan a resistir al dolor y crean estados de dependencia, propiciando así el vínculo entre la madre y su bebé. La beta endorfina, por su lado, desencadena la secreción de prolactina, que propiciará la producción de la leche.
Tips
La respiración en esta etapa es pausada y se siente tranquilidad; lo ideal es que sigas tu rutina normal, en tu casa, para permitir que el proceso se instale de manera adecuada en el cuerpo. Estar activa y en un ambiente familiar y tranquilo es de gran ayuda para lograr la dilatación.
Parto activo
Esta fase comienza cuando se llega a los 4-5 centímetros de dilatación. Hay mayor necesidad de moverse, ya que las contracciones son mas largas, seguidas e intensas, la respiración se altera y se adapta a la contracción. El bebé continúa descendiendo en la pelvis con cada contracción. Esta es la fase en la que hay que ir al hospital.
Tips
El parto es regido por la parte “antigua” del cerebro, por lo que es necesario que el neocortex, la parte “racional” del cerebro, tome un segundo plano, pasar de pensar a sentir. Este proceso lo facilita un ambiente íntimo, privado, respetuoso, silencioso y con luces tenues.
Expulsivo
Al llegar a los 10 centímetros de dilatación las contracciones se espacian, y es posible que sientas ganas de pujar enseguida; esto es causado cuando la cabeza del bebé desciende y comprime el recto de la madre. Sin embargo, si no sientes esa necesidad (pues a veces tarda hasta 2 horas en aparecer y eso es normal) espérate. Recuerda pujar cuando y durante el tiempo que tu cuerpo te lo pida: el pujo es un reflejo instintivo y no debe ser dirigido. Date tiempo y no permitas que te metan prisa.
En esta etapa la respiración se vuelve agitada y hay necesidad de pararse, colgarse de algo o acuclillarse; las mujeres con libertad para escoger la posición para expulsar al bebé generalmente eligen posturas verticales que tienen a su favor la ley de la gravedad, como recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Cuando se está por producir la expulsión, las glándulas suprarrenales de la mamá producen adrenalina, lo que le da energía. El bebé, por su parte, realiza intuitivamente una compleja serie de movimientos para atravesar el canal vaginal: descenso, flexión, rotación interna, extensión y rotación externa.
Al momento del nacimiento y durante la primera hora posparto, los niveles de oxitocina suben al máximo punto para contraer el útero, propiciar el desprendimiento de la placenta, evitar hemorragias y promover el comportamiento maternal.
Tips
El miedo y los nervios al inicio del trabajo de parto hace que se segregue adrenalina antes de tiempo, lo que aumenta el dolor y dificulta el proceso del parto. Una de las mejores maneras de manejar esas emociones es mediante un curso de preparación para el parto: el conocimiento y entrenamiento te darán una mayor confianza en la sabiduría de tu cuerpo.

Recomendaciones para el parto de la OMS
(Ginebra, Revisión 1999)

-Tomar líquidos vía oral durante el trabajo de parto.
-Apoyo afectivo de los asistentes durante el parto.
-Respeto a la elección de los acompañantes de la mujer durante el parto.
-Ofrecer métodos no invasivos para el alivio del dolor durante la dilatación, como el masaje y el agua caliente.
-Libertad de posición y de movimiento durante todo el trabajo de parto y el parto.
-Estímulo a evitar la posición tumbada (decúbito supino) durante el parto.
-Contacto inmediato piel a piel de la madre con su bebé y apoyo al inicio de la lactancia en la primera hora del posparto.
-Permitir el pujo natural y evitar los esfuerzos de pujo dirigidos por el personal médico.

Testimonios

**Bárbara Frischholz, psicóloga. Segundo parto vaginal después de cesárea:
“ Lo más importante para mi fue trabajar con mi experiencia anterior, el nacimiento de mi hija por cesárea. Yo creo que pude sanar lo que pasó y si me hubiera tocado otra cesárea en esta ocasión creo que habría sido menos traumático para mí. Bueno, de todos modos, lo que me gustó mucho de Dar a Luz en Conciencia es que no solamente das información (aunque eso también es importante) sino que además hay la oportunidad de que cada quién piensa en su propia situación y trabaja con sus experiencias, miedos, etc. Eso yo lo disfruté mucho. Estoy muy contenta con mi experiencia de este parto. Fue muy diferente de lo que me había imaginado, aparte de que fue tan rápido y tan intenso. Es mucho más bonito el parto que la cesárea y estoy muy contenta de que todo me fue tan bien esta vez, después de todos los problemas que tuve antes.”

** Carla Rinetti, ama de casa. Primer parto vaginal:
Tuve a mi primera hija en enero del 2007 ; 2 meses antes tomé el curso de Dar a Luz en Conciencia. De los cursos que tomé, incluido un psicoprofiláctico, fue el que mas me gustó porque fue el que mas me sirvió para detectar y liberar mis temores, preocupaciones, ansiedades y miedos que iban generándose durante el embarazo; aprendí que todos estos sentimientos son normales y que a todas las mujeres embarazadas les ocurre, sin embargo no todas tienen la oportunidad de liberarse de ellos.

Yo disfruté mucho mi embarazo porque en las sesiones del curso fui descubriendo quién era yo como mujer y como futura madre, tuve la certeza de que todo iba a salir bien y que iba a tener un feliz parto… y así ocurrió; cuando di a luz estaba tranquila, confiada y enfocada, no tuve miedo al dolor y mi hija nació sin la menor complicación, fue una experiencia maravillosa que estoy segura que sin el curso de Dar a Luz en Conciencia hubiera sido muy diferente.

Tanto para el embarazo como para el parto, el curso me dio la seguridad que necesitaba, me enseñó a confiar en mis instintos, me dio sugerencias muy útiles y me ayudó a creer en mi.
También fue importante conocer a otras embarazadas y poder platicar con ellas en clases y ver las diferencias y similitudes que hay en cada mujer tanto en los embarazos como en los partos; pues nos guió de tal forma que nos hizo ver la naturalidad de nuestro proceso.
Nos brindó información estadística y médica de último momento sobre todos los temas que involucra un embarazo, dándonos la confianza para platicar sobre los temas que más nos preocupaban, como el de las dificultades con la pareja.
Yo recomiendo mucho este curso porque tiene mucho que ver con la psicología de la mujer embarazada y ayuda totalmente a disfrutar, entender y clarificar emociones de ese proceso tan complejo y único.

Mas allá del cristal

Experiencia de parto, María y Alex (13 de septiembre 2001)

- "Ya por favor, quiero que se acabe, siento que ya no puedo"

- "Si puedes María. Busca tu mujer sabia, con su sabiduría y fuerza, vas a lograrlo. Repite conmigo... sí puedo"

El 13 de septiembre del 2001, después de cinco meses de indecisión, de vivir una vida dual con el ginecólogo y con la partera, de no saber que camino tomar: si el conocido y fácil, o el que implicaba un reto... no sólo di luz a un hermoso niño, sino me parí a mi misma, encontré a esa mujer sabia. El parir de manera natural me atraía y me asustaba. Yo sabía que quería ser la protagonista del parto, pero el llegar a sentir dolor, me aterraba.-"¿que vas a hacer para que no me duela?"-María

parir duele pero te voy a acompañar en tu dolor. ¡Y así fue: acupuntura, baño de tina, masaje, terapia... todo incluido!- No solo eres partera, eres terapeuta, acompañante y amiga... justo lo que una necesita en esos momentos. Una mujer que sepa de qué se trata, que haya pasado por lo mismo que conozca mis miedos y mi necesidad de apapacho, que me diga: "María, vas muy bien guapa". Porque la verdad, si necesitamos muchas porras, tanto de nuestra pareja, como de la persona que asista el parto, sea médico o partera. Es un trabajo de equipo.

Cuando ví a Nicolás por primera vez, tenía tal sensación de logro y éxito que sentí que levantaba en lo alto un trofeo.¡Después de esto, puedo hacer cualquier cosa!- ¿Depresión post-parto? ¡Por favor, que es eso!
María Roa

"La primera vez que me preguntaron cómo pensaba vivir la experiencia del parto, me imaginé detrás del cristal observando cuneros, con lágrimas y suspiros de satisfacción. Había comprado la versión del comercial donde una enternecedora enfermera enseñaba mi hermoso bebé y que junto a mí se encontraba otro primerizo arañando la ventana. ¡Que equivocado estaba al pensar que eso sería el clímax de tener a un hijo! Si uno nace en el Distrito Federal y se encuentra con los recursos suficientes, jamás se cuestiona el camino a seguir en cuanto a partos se refiere, pues indudablemente la respuesta sugiere la visita al suntuoso piso seis del hospital A. Y ahora que comparo, jamás cambiaría esas comodidades, por la experiencia que tuve con mi amada María. No existe mejor manera de tener a un hijo que con una partera. Recalco tener, porque ésta es la única manera en que te puedes hacerte presente durante el nacimiento de tu hijo. Es tenerlo en vivo, estas abrazando a tu esposa, cargándola, animándola, viviendo y sufriendo cada etapa del nacimiento. Te metes a la regadera, la sostienes, te emociona ver como tu mujer se comporta valientemente. Y tú sigues ahí, cerca de ella y de tu hijo. No existe nadie que se interponga, esto es entre tú y ella. Es un trabajo en equipo. Ella es la reina, la protagonista y tú estas ahí para apoyarla.
Simplemente no existe una experiencia más intensa que ésta.
No hay una situación similar en donde la pareja se enlace y se enamore más. Tener un hijo en pareja, con mi María, es lo mejor que me pudo pasar"
Alex Quiyono

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martes, 5 de febrero de 2013

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