lunes, 18 de mayo de 2009

¿CONOCES TUS DERECHOS EN TU PARTO? MIRA LO QUE DICE LA OMS


Parir en casa: la otra alternativa
Contra lo que pueda parecer y para sorpresa de muchos, parir en casa sigue vigente en nuestros días. Inclusive en nuestra estricta y medicalizada sociedad urbana mexicana, surgen mujeres valientes que deciden tomar su experiencia en sus manos y buscan una opción que les permita manejar su parto, y tener el tipo de atención que consideran es la mejor para ellas y sus bebés.
Algunas son mujeres que no confían su salud totalmente a la medicina alópata y por ende están en un tipo de vida alternativo.
Otras llegan a la conclusión de que lo mejor para ellas es parir en su casa después de haber tenido un parto anterior del que tienen un mal recuerdo pues no se sintieron bien tratadas, o no se respetó lo que deseaban o las separaron de sus bebés aun cuando este tuviera un excelente estado de salud y el único motivo de llevarlo al cunero fue “por si acaso” interfiriendo así con el ansiado encuentro entre madre y bebé y robando un tiempo único e irrepetible para el desarrollo del vínculo entre los dos.
Hay mujeres que deciden parir en su casa porque así lo hicieron otras mujeres de su familia o porque leyeron o les contaron lo que sucede en otros países donde existen otros modelos de atención. Todas ellas tienen algo en común: decidieron escucharse y seguir su instinto, confiar en su cuerpo y tomar la responsabilidad de lo que sentían que necesitaban.
Parir en casa no tiene por qué ser mas peligroso ni arriesgado que hacerlo en hospital; de hecho, en algunas áreas como la bacteriológica, parir en casa es menos arriesgado para la madre y el bebé pues se evitan el riesgo de las infecciones nosocomiales, aquellas que adquieren personas sanas en los hospitales.
Parir en casa es viable cuando la mujer está sana, en buenas condiciones de salud y con un embarazo a término. En estos casos la posibilidad de un parto sin complicaciones está cerca del 80%, igual que de tener una cesárea en el sistema médico que tenemos hoy.
Parir en tu casa te evita los sobresaltos, nervios y descargas de adrenalina asociadas a la llegada al hospital y la exposición a las diferentes rutinas médicas, la mayoría de ellas innecesarias pero “por si acaso”…. La Organización Mundial de la Salud asevera que las siguientes prácticas son perjudiciales o ineficaces y deberían ser eliminadas en los partos:
1- uso rutinario del enema
2- rasurado púbico de rutina
3- colocar suero de rutina
4- dejar a la mujer acostada durante la dilatación
5- posición decúbito supino (tumbada) para el parto
6- dirigir el pujo durante el expulsivo y decirle a la mujer cuando debe pujar
7- episiotomía de rutina
Estas prácticas "perjudiciales e ineficaces" a juicio de la OMS es lo que la mayoría de las mujeres se encuentran en los hospitales que con sus protocolos para proteger a sus asistentes ahogan los aspectos humanos básicos y la comodidad y deseos de la parturienta se pierden en una burocracia absurda y sin sentido.
No hace tanto tiempo, el evento de parir estaba tan integrado en la vida cotidiana de las familias que no se cuestionaba que el lugar para hacerlo era el hogar.

Vivimos un momento de rescate de lo bueno que tuvimos en el pasado: contaminaba menos llevar tu bolsa a la compra, la educación autoritaria separaba con tanto celo el mundo infantil del adulto que los niños vivían su infancia completa y sin cargar con el peso de ser amigos de sus padres; resulta que sigue siendo mas saludable alimentarse con comida casera en lugar de comer rápido en la calle…Tal vez es un buen momento para cuestionar la manera como recibimos a nuestros hijos, la manera como comprometemos nuestro bienestar en función de la seguridad y como nos hemos apartado de los aspectos humanos y emotivos en momentos tan especiales e íntimos.

lunes, 16 de marzo de 2009

viernes, 13 de marzo de 2009

CESAREAS EN MÉXICO


¿Cuántas mujeres de su entorno cercano conoce que hayan dado a luz de forma normal, es decir, por parto vaginal?
¿Cuántas que hayan tenido cesárea?

La situación que estamos viviendo en México en la atención de los partos es alarmante, cada vez mas y mas mujeres son sometidas a una cirugía que en la mayoría de los casos no se necesita, por razones que en muchos de los casos no tienen base médica que la justifique.
Solamente en el caso de una complicación real se justifica la necesidad de la cesárea: cuando la vida de la madre o del bebé están en peligro.
Obviamente no ponemos en cuestión las cesáreas justificadas, estamos cuestionando las cesáreas que se hacen para terminar pronto, de esa gran cantidad de cesáreas que dejan a las mujeres con un interrogante profundo que duele, la duda de por qué acabó en cesárea y la tristeza de una experiencia que no logran asimilar.
Cada vez más mujeres jóvenes, sanas con bebés a término, años después de una de estas cesáreas siguen sintiendo coraje y dolor al hablar de su experiencia. Y como no, el colmo de la ética médica, las cesáreas que se hacen porque la mujer lo pidió para no sentir el dolor de las contracciones y sin que haya ninguna razón de tipo médico, sino más bien, usando la cirugía como una alternativa para parir…

Según la Organización Mundial de la Salud ningún país del mundo debería de tener una tasa de cesáreas más alta de 10 %; ya que consideran que si se permite a las mujeres tener sus trabajos de parto con paciencia y sin presión, hasta el 95% de los nacimientos son normales.

Lo que es un hecho, es que el momento de parir ha adquirido características cada vez más tecnológicas y la mujer mexicana apenas tiene control sobre su cuerpo al dar a luz. Si hay una complicación y la cesárea se necesita, los riesgos de la operación tienen una justificación y pasan a ser secundarios, pero si no hay necesidad de la cesárea en absoluto, tanto la mujer como su bebé se están exponiendo a una serie de riesgos que pueden comprometer su salud y no están justificados.

Libro recomendado: ¿Parir por cesárea? De Ibone Olza y Enrique Lebrero

jueves, 12 de marzo de 2009

Dar a Luz en Conciencia

Es un curso moderno y muy novedoso por su diseño y por el enfoque con el que se dirige a las mujeres embarazadas. Tiene como objetivo devolver a la mujer la confianza en su cuerpo y en sus procesos fisiológicos y ayudar a recuperar la dignidad del nacimiento del ser humano, sea cual sea el hospital y el médico escogido para el parto. Este curso desarrolla un trabajo de conciencia que se logra mediante ejercicios y herramientas que involucran todos los niveles (físico, mental, emocional y espiritual), ayudando así a promover la coherencia personal en todo el proceso del embarazo y el parto; y provee de información precisa, actualizada y avalada por estudios serios y con base científica.

Dar a Luz en Conciencia pretende ser un espacio donde ayudamos a las mujeres a “recordar” los que sus cuerpos ya saben y que es su capacidad innata para parir, como lo demuestran los miles de partos que hay cada día alrededor del mundo. Además de mujeres que esperan su primer hijo, es muy adecuado para las que están en su segundo o tercer embarazo, especialmente para aquellas que han tenido un parto traumático o una cesárea. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, entre el 60% y el 80% de las mujeres pueden hacer un parto vaginal normal después de haber tenido una cesárea. Y las que más posibilidades tienen son las que cuentan el apoyo adecuado para elaborar la cesárea anterior.

Vive tu embarazo y tu parto como lo que es, una profunda experiencia espiritual, íntima y única en tu vida.


Taller intensivo Dar a luz en conciencia (Puebla julio 2008)

La pérdida de un privilegio femenino

En nuestra sociedad observamos como cada vez mas el parto deja de ser un suceso, un evento que forma parte de la fisiología del cuerpo de la mujer, para convertirse en un proceso. Uno de los pocos monopolios de la mujer, parir y ayudar a otras mujeres a parir, ha sido cada vez mas recortado por la intervención médica. Así, la tecnología y los procedimientos diseñados para resolver problemas en los casos de partos complicados, se emplea de manera indiscriminada y rutinaria en mujeres sanas con partos que deberían ser considerados normales.
A mediados de los años ochenta la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso como estándar para los nacimientos por cesárea la cifra máxima de 15%. En México, el incremento de los partos quirúrgicos ha crecido tanto, que para muchas personas y profesionales la cesárea constituye la forma "natural" de nacer hoy, considerando además, que es más seguro parir por cesárea que por parto vaginal, lo que coloca a México en los primeros lugares del mundo en tasas de cesáreas.
En el estudio “Las cesáreas en México: tendencias, niveles y factores asociados” publicado por el Instituto Nacional de Salud Pública en 2004 * encontramos que las cesáreas en México se han incrementado considerablemente y que los niveles alcanzados superan con mucho el estándar fijado por la OMS. Los investigadores han sugerido que algunos ginecólogos, han creado una demanda de cesáreas entre las mujeres de los grupos socio-económicos más favorecidos. Este tipo de demanda se asocia a falta de información y a una muy poca participación de las madres en las decisiones relacionadas con sus partos.
Como plantea este estudio, una de las razones para las elevadas tasas de cesáreas en México, es la falta de información y la poca participación de las mujeres en las decisiones sobre sus partos. Desde el inicio de sus embarazos muchas mujeres sanas, jóvenes y con embarazos normales viven una experiencia de alarma y miedo inducida en muchos casos por el especialista, así como por el entorno familiar y social, con mensajes que en muchos casos distorsionan la información que reciben y las coloca en una posición de indefensión frente al sistema médico.

¿Qué pueden hacer las mujeres para lograr el parto que desean?
La mujer embarazada de hoy en México necesita por un lado información teórica y médica actual, real y completa y por otro lado, aprender a contactar con su sabiduría antigua, confiando y validando su sentido común, su instinto y su intuición.
La mayoría de las mujeres, sobretodo las primerizas, toman cursos de preparación para su parto; aun así, muchas de ellas terminarán en cesárea o con experiencias de parto poco satisfactorias y hasta traumáticas. Tal vez ha llegado el momento de cuestionar la efectividad real de algunos de estos cursos para que las mujeres puedan lograr partos más normales y agradables.
Pensando en el parto, todo lo que se aprende como una lección se olvida y no ayuda, pues las mujeres parimos con todo nuestro ser; en el momento del parto se activa la parte más antigua de nuestro cerebro y nos colocamos más que nunca en nuestra condición de mamíferos. Necesitamos, por lo tanto, cursos y espacios de trabajo que:
-Nos devuelvan la confianza en nuestros cuerpos.
-Nos ayuden a recuperar la dignidad del nacimiento de nuestros hijos, pues el parto es totalmente nuestro.
-Nos propicien el auto-descubrimiento y nos ayuden a validar nuestro sentido común.
-Nos provean de información precisa, actual y completa.
-Nos ayuden a “recordar” lo que nuestros cuerpos ya saben y que es nuestra capacidad innata para dar a luz.
-Nos guíen como primerizas en nuestra primera experiencia de embarazo.
-Nos ayuden a las multigestas a revisar, procesar y sanar nuestra experiencia previa para lograr el parto que deseemos, aún si es un parto vaginal después de una cesárea.
-Sean cursos de preparación /educación independientes, no alineados con la práctica de ningún centro hospitalario y que promuevan una actitud activa en nuestra toma de decisiones para nuestros partos. **

Cada vez más y más mujeres buscan y solicitan, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, la existencia de unidades de atención obstétricas que no acepten ciegamente toda tecnología y que respeten los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del nacimiento. Ha llegado el momento de que las mujeres validemos nuestros embarazos y nuestros partos como una profunda experiencia que va más allá de lo físico, le demos la atención y la importancia que merecen a nuestros aspectos emocionales, mentales y reconozcamos el impacto espiritual que ser madre tiene en nuestras vidas.
* Las cesáreas en México: tendencias, niveles y factores asociados: Revista Salud Pública de México / Vol. 41, n. 1, 2004
**Resumen objetivos del curso Dar a Luz en Conciencia

Parto consciente, parto humanizado

El nacimiento de un bebé es uno de los sucesos más emocionantes, misteriosos y transformadores en la vida de todo ser humano. Es una experiencia que se graba de forma indeleble tanto en la vida de la madre que da a luz como en la del bebé que acaba de nacer.

En nuestra sociedad, cada vez mas y mas niños nacen en un entorno medicalizado y electrónico: un montón de aparatos conforman la decoración de los quirófanos, pues se cree que son absolutamente necesarios para impedir o resolver cualquier tipo de complicacion que pudiera surgir durante el trabajo de parto o el alumbramiento. Actualmente nos encontramos con la creencia de que el embarazo y el parto son patologías potencialmente peligrosas y llenas de riesgos que se deben manejar quirúrgicamente, y así cada vez mas estamos olvidando lo que es normal, que el embarazo y el parto son parte de nuestra fisiología de mamíferos como lo son funciones como comer, dormir o hacer el amor.

Diversos estudios realizados llegaron a una conclusión significativa, y es que el exceso de tecnología en el parto aumenta considerablemente el número de cesáreas. El Dr. Michel Odent, pionero en la reforma de la atención del parto dice que: “llegaremos mas rápidamente a una “era del parto post-electrónico” cuando la mujer tome de nuevo el control del parto y la tecnología tome su lugar como herramienta para circunstancias especiales”.

Cuando el Dr. Odent se hizo cargo como cirujano en 1962 del hospital público de Pithiviers, cerca de Paris, comenzó a trabajar con 6 parteras que eran quienes atendían los partos. Juntos fueron desarrollando prácticas para el parto basadas en la eliminación de procedimientos médicos que consideraban innecesarios, como el rasurado del pubis, el enema, la posición acostada o la luz brillante de la sala de partos. Vieron el parto como un evento especial de la vida sexual y emocional de la madre y el bebé, permitiendo que la madre manejara su parto de forma instintiva y apacible.

Sobre los efectos que el entorno tiene en el nacimiento de mamíferos tenemos el trabajo del Dr. Niles Newton, quien analizó los factores que pueden hacer los partos de los mamíferos más largos, más difíciles y más peligrosos.... El pudo demostrar que las hembras mamíferos tienen necesidad de ocultarse para traer al mundo a sus crías, es decir, necesitan intimidad, aislarse de los demás miembros de su grupo para evitar que la distraigan y poder así viajar al interior de si mismas y permitir que se desencadene el proceso.

Durante el desarrollo de un parto fisiológico, la mujer tiene la certeza de que la sabiduría y la fortaleza de su naturaleza femenina están a su disposición, pues cuando la mujer escucha con el oído del alma reconoce su instinto, el yo instintivo que vive en toda mujer. Cuando se permite a este yo libertad para moverse, hablar y crear, la mujer recupera el protagonismo de su parto y se da el derecho de vivir esa experiencia como ella lo decida.


Cuando una mujer pare con conciencia está confiada, la experiencia le permite conocer sus capacidades y madurar en un proceso de crecimiento interno que la empodera; sabe que ella es la dueña de su parto y que el hecho de respetar la fisiología del parto es garantizar el máximo bienestar para si misma y para su bebé.

La persona que atiende partos fisiológicos y humanizados, tiene la conciencia de que cada mujer tiene el derecho de vivir como ella escoja un acontecimiento tan importante en su vida como es el nacimiento de un hijo, sabe que tiene el derecho a la intimidad y tiene derecho a opinar sobre el tipo de tratamiento que recibe y también tiene derecho a adoptar la postura física que le sea mas cómoda. Y por supuesto tiene derecho a recibir a su bebé como ella desee y tenerlo junto a ella.

Lograr un parto consciente implica una actitud abierta, de confianza en tí misma, sabiendo que, aunque seas madre por primera vez, dispones del criterio necesario para saber lo que necesitas, para buscar la información adecuada para ti y escucharte, dar mas importancia a lo que tu instinto que dice que a lo que dicen los demás, incluyendo familiares, amigos y profesionales. Hoy día el acceso a la información es muy sencillo y esta en nosotras decidir lo que nos sirve según nuestro sentido común. Para llegar a un parto donde se respete el papel protagónico de la madre, se respete la fisiología del parto sin intervenciones innecesarias y donde se le de un recibimiento cálido, amoroso y respetuoso al bebé, necesitamos hacer un compromiso con nosotras mismas y vivir el embarazo con conciencia, asumiendo todas nuestras emociones y sensaciones, enfrentando nuestros temores cara a cara y así resolver lo que vaya surgiendo en su momento.

El ambiente
El ambiente ideal para parir se da en un entorno conocido para la mujer, donde ella se sienta cómoda, segura de no sentirse observada y que propicie la intimidad. La mujer tiene la necesidad de moverse con libertad, de expresar sus sensaciones y emociones sin sentirse observada o juzgada y así poder vivir su parto con plenitud. La duración de un parto suele ser proporcional al número de personas presentes en la sala, mas gente mas horas dura.

La postura apropiada
El trabajo de parto es movimiento, cada mujer tiene su propio ritmo y la necesidad de estar en movimiento durante la labor. Cuando la mujer se mueve instintivamente durante su trabajo de parto a veces camina, se para durante las contracciones o decide ponerse a gatas en el suelo. El movimiento de la mujer durante el trabajo de parto esta en armonía con el movimiento del bebé en su vientre, que cambia de posición constantemente, acomodándose y descendiendo, acoplándose a la pelvis de su mamá y preparándose para nacer.
La postura que instintivamente escogen la mayoría de las mujeres para parir es la de cuclillas. Es la posición que amplía al máximo la apertura de la pelvis.
Cuando la mujer tiene la libertad de escoger la posición que mas le acomoda, tiene una actitud de control sobre su cuerpo y asume con mas facilidad la idea de que esa es su experiencia, personal, única y de la cual ella es la protagonista.
En la posición vertical el bebé nace con la cabeza hacia abajo y la misma gravedad facilita el drenaje de sus vías respiratorias.

Trabajo de parto
Se considera que el trabajo de parto está instalado y activo cuando el cuello del útero tiene de 4 a 5 centímetros de dilatación. En esta fase del trabajo de parto las contracciones se hacen cada vez mas frecuentes, mas largas y mas intensas. La mujer se aísla cada vez más, muy concentrada en las sensaciones de su cuerpo durante la contracción; la dilatación del cuello sigue avanzando mientras la mujer se desconecta de la realidad, en un estado alterado de conciencia donde se olvida del concepto tiempo de reloj.


El expulsivo
La experiencia ha demostrado que la paciencia de permitir que el bebé salga poco a poco en una postura vertical, favorece el nacimiento sin lastimar el periné de la madre. En este momento preciso la idea es permitir una salida del bebé suave y sin brusquedades. Aun cuando tuviera un desgarro siempre es más saludable que la episiotomía, pues el desgarro cicatriza mas rápido ya que suele afectar al tejido superficial y se produce por la línea de menor resistencia del tejido, lo cual no ocurre con la episiotomía. Son muy pocos los casos en que se necesita la episiotomía por una cuestión de emergencia o porque el periné de la madre es muy corto o no lo suficientemente elástico. Estos casos no significan mas allá de un 8%, en contra de las episiotomías que en la mayoría de los hospitales modernos se practican de manera rutinaria en el 95% de los casos.

El vínculo
Lo mas importante para un recién nacido y su mamá es la necesidad de estar juntos, de sentir el uno la presencia del otro, sin prisas, ni distracciones. Cuando en el parto no existen las interferencias que lo alarguen y compliquen y el bebé es recibido con calidez y amor, la experiencia queda registrada en el como positiva y se convierte en una fuente de estímulo positivo hacia la vida.
Los efectos que las vivencias de sus primeras horas tienen sobre los recién nacidos fueron observados por primera vez en animales. Los estudios de Konrad Lorenz pusieron de manifiesto que cada especie tiene unas conductas especiales cuya finalidad es la supervivencia y el perfeccionamiento de la especie. El vínculo se establece más fácilmente cuanto mas temprano es el encuentro entre la madre y su cría.
Según las investigaciones del los doctores Kennel y Marshall, las madres que se vinculan con sus bebés inmediatamente después del nacimiento y se ocupan de ellos personalmente, tienen un comportamiento maternal distinto de las que lo hacen al cabo de varias horas, cuando ya ha pasado el período crítico. Las madres que establecen el vínculo dentro de las primeras horas se relacionan con mas facilidad con sus bebés, intuitivamente saben responder mejor a sus necesidades y disfrutan mas de su maternidad. Y estos bebés que llegan en un nacimiento no traumático, son más saludables y se relacionan mejor con sus madres y sus familias.